sábado, 15 de mayo de 2010

Rayos, truenos y centellas


Una vez cada cierto tiempo, entre las montañas y los valles, hay momentos en los que tras parpadear no consigo discriminar si me abruma la alegría, me sumerjo en la apatía o me ahoga la desesperación.

-Como diría Pedro: Asia a un lado, al otro Europa, y a mi frente Estambul; el siguiente destino es salir del ojo de este gigantesco ciclón tropical, sin que ello implique abandonarlo...
-Y este ciclón tropical, ¿tiene nombre?
-Como todos los fenómenos lo suficientemente importantes, claro que sí. Aunque no lo usaremos. Llamémosle Señor Tormenta de Verano- "de Verano" se puede usar como apellido con clase.
-Y el señor de Verano, ¿qué provoca?
Como siempre que pienso en algo que me maravilla y asusta, pongo la mirada en el techo.
-No te dejes engañar por su nombre. Es mucho más que una tormenta de verano. Es una especie de alterador atmosférico de fuerza titánica que...-Me quedo pensando en las palabras que puedan describir de forma algo más precisa lo que quiero hacerle entender.
Lo miro. Su barriga es divertida de mirar, aunque a veces me pilla observándola y pone una cara entre extraña y entretenida.
-¿Aleatorio?
-No. Sí... No sabría decírtelo con certeza. A veces parece caótico y desordenado en sus actos, y lo contrasta con meticulosas ráfagas de arte palpable. Además, es algo más que meteorológico. A veces es también geológico.
-¿Sísmico? ¿Volcánico? -Bajo sus cejas, los ojos de Og se hacen más pequeños cuando está interesado o perplejo por algo. Yo noto un suave escalofrío caminando de puntillas por mi espalda cuando pronuncia el siseo de la palabra sísmico.
-Y tectónico, Og. El señor Tormenta mueve la atenosfera si quiere, el manto y a veces mis mantas... -No debería decir eso, pero a veces una imagen se cruza en el camino mental de la frase a medio hacer y cambia el final.
-¿Entonces cuál es tu conclusión? ¿Estás intentando salir del ciclón tropical, o sólo del ojo para volver a girar con él?
Me mira sabiendo la respuesta que yo sé, esperando que de una vez por todas se la diga en voz alta y no con los ojos.
-¿Hoy tampoco me lo vas a decir?
-Sabes que no cambia nada. No se puede sujetar un ciclón con un lazo de vaquero, ¿no? Puedes correr si no quieres que te pille, pero una vez dentro igual te echa sin que te lo esperes, o disfrutais mientras te abraza.
-Si no supiera que tienes algo de Neptuno, me preocuparía por ti -sonríe y parpadea relajado, mirando después el último trozo de mango que queda en la fuente.
-A veces ardo más que enfrío, Og -miro hacia afuera, y el campo brilla por el sol-. Me desordeno, giro como un remolino y salen llamas cubiertas de agua, y creo que empiezo a perder el punto fijo de la pared.
-La entropía -dice él tocando con su dedo índice la punta de mi nariz en un gesto de algo que podría ser cariño- es algo absolutamente necesario... Por no decir
fantabuloso.
Me guiña un ojo y sonríe, golpeando mi pierna al ponerse de pie como indicándome que me levante yo también.
-¿Y si buscamos árboles a los que subirnos? Parece que el día ha mejorado.
Antes de irnos, cojo el último trozo de mango, me lo llevo a la boca y dejo que su jugo estalle al presionarlo. Siempre es mejor comerlo con algo de corteza.
-Intentemos no pisar muchos caracoles hoy.

Y así se empieza a retomar la montaña, después de unos momentos de graved disminuida. Empiezo a notar un cosquilleo extraño y unos músculos que se contraen.
Tirando de ese telón se abre la sonrisa.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y con quien hablaba Og?

Stray

_Og dijo...

Con quien escribe en primera persona... aunque escucha más de lo que habla.

Dav dijo...

=O es cierto, escucha más de lo que habla, y me ha gustado mucho Og, oyes.

Cuando he leído el título de la entrada lo primero en lo que he pensado es en Ned Flanders XD

Voy a preguntarte un día por qué Og y no otro nombre...

_Og dijo...

Gracias.
Cuando quieras hablamos, no de eso, ¡de muchas cosas!
Que me apetece ya desde hace tiempo una tarde de esas que consumen velas, como hace mucho.

Gallego Rey dijo...

Incluso cuando uno camina por el desierto, puede ver jardines de fina vegetación y hermosas flores. Solo hay que saber mirar y olvidarse de la aridez de las dunas y la inclemencia del astro rey, pues la belleza camina a nuestro lado siempre y cuando queramos compartir con ella su camino. Eso me ha ocurrido al leerte y ahora el desierto ya no me parece tan brusco e insolente.

¡ Maldito Espejo ! dijo...

Oh!!! Tienes la letra super pequeñita, no??? es que no se si será cosa mía... hahahaha

Jo, me gustaría leerla entera, pero quiero contestar a todos vuestros comentarios y se me hace imposible!!!

Ya probé la cámara. Fantástica!!! Aunque tuve unos problemas graves de luz, así que no han salido demasiado bien... Pero ya habrá más!!!!

Muchas gracias!!! Un besito!